Hoy comenzamos la jornada con el Buenos días, preparado por el Área Pastoral especial para nuestra Madre María Auxiliadora.

En la actividad con más de 800 alumnos en el Patio de nuestra Escuela, el Maestro Yan Díaz dio la bienvenida por el día de María Auxiliadora, quien es considerada una figura de intercesión divina, especialmente en momentos de adversidad y desafíos. Su devoción se ha extendido por todo el mundo y ha sido acogida por millones de personas de diferentes credos, y especialmente en nuestro Proyecto Educativo Pastoral Salesiano.

Por ello, el Padre Marco Vergara dio la bendición a todos los presentes e hizo lectura del Evangelio de San Juan - Bodas de Caná, la que nos habla sobre la importancia de la figura de María Auxiliadora y de Mamá Margarita en la Congregación y lo importante que es compartir con la Madre exclamando: "Disfrútenla y aprovechen a sus madres"

Se aprovechó de hacer peticiones, honrar a la Virgen, pedir por los integrantes de la comunidad, por los alumnos de 4° medio para que sean encomendados a la Virgen y, especialmente, por las Maestras y Madres.

Se concluyó el Buenos Días orando el Ave María y proseguimos a desarrollar la jornada escolar.

Aprovechamos de recordar las palabras de Juan Pablo II, hoy ya santo, escritas en una carta que nos llama a tener siempre presente a María Santísima como a la más insigne colaboradora del Espíritu Santo. El Papa nos invita a mirar a María y a escucharla cuando dice en las bodas de Caná: «Hacer lo que Él os diga» (Jn 2,5).

En un precioso final, dirigiéndose a los Salesianos de aquel momento y en un contexto muy adecuado para nuestra Familia de hoy, Juan Pablo II dice: «A Ella os confío a todos vosotros, y a la vez a todo el mundo de los jóvenes, para que atraídos, animados y guiados por Ella puedan obtener, con la mediación de vuestra obra educativa, la talla de hombres nuevos en un mundo nuevo: el mundo de Cristo, Maestro y Señor».

Es tal la fuerza de este anhelo, de estas palabras que nos dirigió entonces el Papa que con mucha fuerza decimos ¡«amén»!, contando con la Gracia del Señor, con la intercesión de María Auxiliadora y con el corazón del Buen Pastor de todos los miembros de la Familia Salesiana.

Que el Señor nos conceda su bendición.