Ayer, 24 de julio, y como cada 24, Salesianos Copiapó celebró con gran devoción la festividad de María Auxiliadora, un evento que reunió a nuestra comunidad educativa pastoral en un acto de fe y gratitud. En esta oportunidad, tuvimos el honor de contar con la presencia del sacerdote Mauricio Arancibia de la Vicaría de Educación, quien nos acompañó en este significativo acontecimiento.
La ceremonia fue un momento propicio para agradecer a nuestra Madre María Auxiliadora por su constante protección y guía. Además, elevamos nuestras oraciones por la salud de Omar León León, a petición de un integrante de nuestra comunidad, y por Felipe Castro, exalumno de la generación 2021, quien sufrió un accidente hace unas semanas. Por esto, pedimos a María Auxiliadora que interceda por ellos y les brinde fortaleza y pronta recuperación.
Durante su palabra, el Padre Jorge Rivera centró su reflexión en el evangelio, destacando la humildad de María al recibir al Señor como una semilla que se deposita en tierra buena. Instando a los asistentes a imitar este gesto, acogiendo a Dios en nuestros corazones con humildad y disposición, permitiendo que su gracia germine y dé frutos en nuestras vidas.
Asimismo, el Padre subrayó la importancia de la humildad y la apertura a la voluntad de Dios, tal como lo hizo María. “Ella, al recibir el anuncio del ángel, aceptó con fe y confianza, permitiendo que el plan divino se cumpliera en ella. Del mismo modo, somos llamados a recibir a Dios con un corazón abierto y humilde, dejando que su palabra eche raíces y transforme nuestra vida en un testimonio de su amor y misericordia”, destacó.
Para finalizar, se agradeció a todos los que participaron en la celebración y contribuyeron a que fuera un evento memorable y se selló con el compromiso de seguir fortaleciendo la identidad salesiana, inspirados por el ejemplo de María Auxiliadora, quien es guía y protectora de esta comunidad educativa.